en silencio.
"No voy hacerte daño, no llores." Sin embargo, estuvimos allí por horas, tan lejos del muelle, mis ojos en tus manos, y hasta hoy esos silencios siguiéndome a traer jardines inesperados.
"La echo en falta," y una lluvia que no ha partido jamás. yo qué sé.
De rodillas en el arriate, esperandote pulsar y un chasquido, tantos años, tu rostro medio escondido detrás de la máquina. "Si, acércate a mi. No voy hacerte daño. jamás."
"La echo en falta," y una lluvia que no ha partido jamás. yo qué sé.
De rodillas en el arriate, esperandote pulsar y un chasquido, tantos años, tu rostro medio escondido detrás de la máquina. "Si, acércate a mi. No voy hacerte daño. jamás."